
Fuente: Agencia EFE
Los dos gigantes surcoreanos de la electrónica,
Samsung y LG, protagonizaron un nuevo episodio de su acérrima competencia
para determinar el futuro de los televisores pero, a diferencia de los casos
anteriores, esta vez mostraron estrategias que avanzan en sentidos divergentes.
Como es tradicional, ambas compañías fueron de
las primeras en abrir la mayor feria de electrónica de consumo del mundo, CES, y mostraron sus nuevos modelos de
televisores que saldrán al mercado este año, así como aquellos que son todavía
sólo conceptos.
Samsung,
el fabricante con más cuota de mercado mundial, dio el pistoletazo de salida
con un concepto tan nuevo como arriesgado: un televisor que rota sobre sí mismo
y puede adoptar una posición tanto horizontal como vertical, esta última
pensada para ver contenidos diseñados para teléfonos móviles.
Así, basta con tocar el televisor con el
teléfono para que este reproduzca los contenidos del dispositivo móvil y rote
imitando sus mismos movimientos (normalmente, por ejemplo, la pantalla estará
vertical si se consulta Instagram o Facebook, y horizontal si se está
visualizando un vídeo).