
De más de un apuro te sacará este pastel de calabacín para elaborarlo en microondas. Una receta fácil, rápida, deliciosa y perfecta para cualquier época del año. Caliente o templado cuando hace fresquito, frío o a temperatura ambiente en los meses de calor. Es tan jugoso y suave que entra sin sentir.
En esta ocasión hemos usado un queso semicurado esparcido en una sola capa, pero la próxima vez que lo hagamos vamos a probar con un queso fuerte, en mayor cantidad y lo vamos a mezclar con la leche, los huevos y la harina. Así quedará integrado en todo el pastel de calabacín y le dará un punto de sabor extra. Perfecto para los amantes de los quesos, al igual que todas nuestras recetas permiten la combinación de los ingredientes según sean tus gustos.
Ingredientes:
Calabacín 3
Aceite de oliva virgen extra 45 ml
Sal
Leche 500 ml
Huevo 4
Harina de trigo 150 g
Mantequilla 5 g
Queso rallado curado (manchego o similar) 100 g
Pimienta negra molida
Preparación:
Laminamos los calabacines en finas lonchas y reservamos uno de ellos. Los otros dos los introducimos en un recipiente hondo y mezclamos con el aceite y un poco de sal. Cocinamos en el microondas, a máxima potencia, durante cinco minutos o hasta que estén tiernos.
Mientras tanto, batimos la leche, los huevos y la harina hasta que no queden grumos. Añadimos el calabacín cocido, escurriendo bien los jugos que ha soltado, y salpimentamos al gusto. Untamos una fuente de horno con mantequilla y vertemos la mezcla.
Espolvoreamos con queso rallado y cubrimos con las láminas de calabacín que tenemos reservadas. Llevamos de nuevo al microondas, programando 15 minutos a máxima potencia. Dejamos reposar y atemperar unos minutos antes de servir, con un poco de pimienta negra recién molida por la superficie.
A este pastel de calabacín en microondas le sienta de maravilla un poco de mayonesa o mostaza si son elaboradas en casa mucho mejor a su vera, pero hay muchas otras salsas con las que se puede acompañar. Es un entrante estupendo o un almuerzo ligero, acompañado de un tomate aliñado.
Fuente: Carmen Tía Alia / Directo al Paladar